La mágica Irlanda

Irlanda es sinónimo de elfos, duendes, hadas y leyendas. Irlanda es historia, acantilados, paisajes imponentes, pueblecitos abiertos al mar, playas, música y gastronomía.

Esta tierra guarda innumerables secretos que solo podrán ser descubiertos si te adentras por el país y respiras aire puro del frío océano Atlántico. Todos los relatos que te han contado sobre esta isla cobrarán vida, sus paisajes de ensueño te dejarán con la boca abierta y sus míticas historias quedarán grabadas para siempre en tu mente.

Aquí podrás encontrar una selección de lugares que no te puedes perder si quieres vivir una gran experiencia en la conocida Isla Esmeralda.

LA CALZADA DEL GIGANTE

La costa de Antrim te transporta a un lugar mágico, como si de una película de fantasía se tratase. Una buena opción es conducir por la costa de la Calzada y contemplar las ruinas del castillo de Dunluce pasando por la playa de White Rocks hasta llegar a la colosal Calzada del Gigante.

Este paraje natural costero fue creado por los restos de actividad volcánica que tuvo lugar hace más de  60 millones de años. Alrededor de 38.000 mil columnas hexagonales de basalto se prolongan por 17 kilómetros de costa, adentrándose en el mar y llegando a alcanzar los 12 metros de altura. La Calzada del Gigante es como estar viviendo en un gran sueño donde contemplar muchas especies de aves, grandes acantilados y piedras volcánicas es posible.

ACANTILADOS DE MOHER

No puedes salir del país sin visitar una de las joyas de la ruta costera del Atlántico, los acantilados de Moher. Sin duda es un maravilloso rincón esculpido por la naturaleza que asombra y asusta al mismo tiempo. Imponentes paredes verticales de 214 metros que a lo largo de 8 kilómetros miran de frente al frío océano.

Cornelius O’Brien construyó a principios del siglo XIX un mirador sobre los acantilados, la torre O’Brien. Si el tiempo acompaña desde lo alto de la torre podrás ver las islas Aran, la costa de Connemara, la bahía de Galway en incluso la península de Dingle.

Visitar este paraje te llevará a sentir un sinfín de emociones. El viento, el color negro de la roca fundiéndose con el azul del mar y el verde las praderas que coronan estos precipicios dejarán volar tu imaginación a tiempos remotos.

LA PLAYA DE PORTSALON

El condado de Donegal, situado en el noroeste de la isla, está repleto de aislados paisajes agrestes, caminos rurales y hermosas bahías como la de Ballymastocker, Rossknowlagh y Magheraroarty.

En la bahía de Ballymastocker se encuentra Portsalon beach. Esta acogedora playa de arena blanca fue elegida por The Observer como la segunda playa más bonita de todo el mundo.

Cuando el sol brilla el color del agua cambia a tonos turquesas, como cualquier playa del Caribe. Si lo que deseas es tener una buena vista del paisaje en todo su esplendor, sube la colina situada en la parte de la derecha y contempla de frente al inmenso océano que tienes ante tus ojos.

HOWTH

A menos de una hora de Dublín está Howth, un pequeño pueblo de pescadores. Callejea por sus empinadas calles y fotografía las casitas de colores cercanas a las ruinas de la iglesia de Santa Maria.

Si has llegado a Howth en tren (DART),  justo en frente de la estación se encuentra un mercadillo al aire libre ideal para comer, comprar artesanía local, antigüedades o saborear un rico helado.

Cuando el tiempo acompaña lo mejor es dar un paseo hasta el final del West Pier, alimentar a las amigables focas que verás de paso y sentarte un rato a admirar la isla de Ireland´s Eye, situada justo en frente.

PERDERSE POR LAS CALLES DE DUBLÍN

No hay mejor manera de conocer una ciudad que no sea paseando por sus calles. Te darás cuenta que Dublín es una de esas ciudades que te envuelve con su magia así que deambula por sus calles adoquinadas y adentrarte en las miles de tabernas irlandesas con música en directo.

Temple Bar es una de las principales zonas de cultura y ocio de la ciudad, allí encontrarás salas de conciertos, clubs, pubs y algunos de los restaurantes más tradicionales de Dublín.

Pero si lo que prefieres es evitar el turismo, la parte sur de la ciudad también ofrece diversos pubs donde la pinta de Guinness es más barata.

GLENDALOUGH

Conocido como el valle de los mil lagos, Glendalough es un conjunto monacal situado en el condado de Wicklow.

La mayoría de los edificios fueron construidos entre los siglos VIII y XII siendo restaurados en el siglo XIX. Todo este histórico lugar sufrió varios ataques por parte de los vikingos pero el peor saqueo se sufrió en 1398 por parte de los ingleses.

El conjunto está formado por dos lagos. En el lago inferior se sitúan la mayoría de los edificios que se conservan como la gatehouse, torre, la catedral, la casa de los curas, la iglesia de Saint Mar y un pequeño oratorio con un campanario circular fundado en el siglo XI.

En el lago superior se encuentran los edificios más antiguos como la iglesia Reefert, un edificio en ruinas que fue la casa del santo y una iglesia construida sobre otra anterior fundada por San Kevin.