Almería: La luz del desierto de Tabernas

Artículo publicado en: revista otros destinos

Existen lugares que merecen una visita y no por la belleza de sus edificios. El Desierto de Almería fue muy popular entre los años 60 y 80 debido a que fue el lugar de rodaje de muchas películas del Oeste Americano. Un desierto donde el sol nunca duerme. Las escasas precipitaciones hacen de este lugar una de las zonas más áridas de toda Europa con una extensión de 280 kilómetros cuadrados. Se encuentra al norte de la ciudad de Almería, entre la sierra de los Filabres, al norte; la de Alhamilla, al sur y Sierra Nevada, al oeste.  

El clima predominante va desde semi-árido a mediterráneo con precipitaciones que no alcanzan los 250 mm anuales y una temperatura media anual de  casi 18 ° C. Durante los meses de verano cualquiera podría derretirse entre las ramblas, montes y cárcavas ya que se han registrado máximas de 50 ° C.

Pero este desierto no está deshabitado del todo. Desde cualquier punto es posible divisar diferentes tipos de aves como la carraca, el mochuelo común, el vencejo real, el avión roquero, el roquero solitario o la grajilla entre otras. Tal es la riqueza de aves de este territorio que ha sido declarado como Zona de Especial Protección para las Aves.

Pero este desierto no solo es conocido por ser uno de los más grandes de Europa, sino por haber sido un plató natural de grandes películas de cine tanto nacional como internacional. Los productores cinematográficos encontraron un escenario similar a los paisajes del oeste norteamericano por lo que construyeron decorados y pequeños poblados de cine western permitiendo así que la provincia de Almería fuese escenario de más de 500 películas desde el año 1951.

Por el Desierto de Tabernas han pasado grandes estrellas de cine como Clint Eastwood, Nicolas Cage, Arnold Schwarzenegger, Jack Nicholson o directores tan importantes como Steven Spielberg o el italiano Sergio Leone, quién filmó la trilogía del dólar: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo.

  Actualmente es posible visitar tres de los poblados que ofrecen espectáculos en directo: Oasys, Fort Bravo y WesternLeone.

 En cualquiera de ellos podrás vivir una experiencia única que te transportará al viejo oeste americano. Podrás contemplar las míticas peleas de buenos contra malos, los animados bailes en un Saloon, la oficina del Sheriff, un cementerio americano, un museo de carros y un jardín de cactus entre otros. Otra área de este parque es una reserva zoológica con multitud de especies: caimanes, osos, linces, flamencos enanos, canguros, jirafas, hipopótamos, tigres, bisontes de Arizona, vacas americanas, un aviario y un reptilario.

Así, que como viajero tienes dos opciones: caminar entre montañas y ramblas torturadas por el sol o revivir el cine western de la década de los 60. ¿Con cuál te quedas?